Una cuestión de encuadre celebra la colaboración que, desde 2012, Irene Kopelman (Córdoba, Argentina, 1974) ha mantenido con el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), una renombrada institución dedicada a la investigación de la biodiversidad de ecosistemas tropicales, tanto forestales como marinos.
Panamá cuenta con un extraordinario conjunto de ecosistemas que forman parte del Corredor Biológico Mesoamericano, una conexión crucial entre Norte y Sudamérica. Caminar sobre la tierra húmeda del Istmo, recorrer sus bosques y ríos, o sumergirse en sus arrecifes de coral, evidencia la inmensa biodiversidad que habita este lugar. Adentrarse en la exuberancia de su vida natural hace que nuestra esencia recuerde que somos parte de un todo, revelando la necesidad de la mirada atenta, la escucha pausada, y los diálogos íntimos con aquello que nos rodea.
En 2012, Irene Kopelman recibió una beca de investigación artística del Smithsonian, lo cual dio lugar a una serie de exploraciones y viajes de campo con distintos científicos a lo largo de los años, formalizados en varias series de proyectos. Estas colaboraciones influenciaron profundamente su práctica artística, estableciendo una metodología en la cual las expediciones científicas se convirtieron en un elemento central. La cercanía con los equipos de investigación, su participación en las expediciones de campo, y la construcción de relaciones de complicidad que se extienden en el tiempo, amplifican la capacidad de comprender el territorio. Las caminatas, conversaciones y experiencias en los bosques, costas y mares funcionan como puntos de acceso a un gran laboratorio al aire libre, permitiendo observar con detenimiento elementos aislados del paisaje que hacen emerger la posibilidad del dibujo.
El trabajo de Irene Kopelman se basa en un compromiso a largo plazo con las problemáticas ecológicas y en la exploración de los paralelismos entre las prácticas científicas y artísticas. Sus preocupaciones medioambientales se entrelazan con una profunda creencia en el dibujo como herramienta para la comprensión y la producción de conocimiento. Y la forma de acercarse al dosel del bosque tropical, a las lianas que se entrelazan con los árboles y las palmas, a las hojas y los hongos que las habitan, o a las raíces sumergidas de los manglares está intensamente definida por el conocimiento compartido con los científicos.
Tras su primera colaboración con el STRI en 2012, guiada por Stuart J. Davies, William Wcislo y Owen McMillan, desarrolló la serie Leaf Litter Trap en Gamboa, registrando meticulosamente hojas, flores, frutos y pequeñas ramas recolectadas mediante “trampas para hojarasca” usadas por los científicos. En 2014, desarrolló la serie Lianas en colaboración con el Schnitzer Lab en la Isla Barro Colorado (BCI), reflejando la complejidad de estas plantas trepadoras, que se enroscan y serpentean por los árboles en busca de luz. También trabajó en la serie Crab Pellets en colaboración con John Christy en Punta Culebra, detallando los patrones que los cangrejos generan en la playa al buscar alimento, y en la serie Invasive Species con el Torchin Lab en los Laboratorios Marinos y Moleculares de Naos, en la que se adentra en la problemática de las especies marinas introducidas a través del Canal de Panamá. Durante este periodo, conoció a Andrew Altieri y visitó la estación de Bocas del Toro para explorar las posibilidades de trabajar con manglares. En 2015 desarrolló la serie Mangroves y Roots Underwater en colaboración con dicho laboratorio en Bocas del Toro, en las cuales explora el excepcional ecosistema y la intrincada estructura de las raíces de los manglares. En 2016, regresó para trabajar en su serie Intertidal Experiments en colaboración con el Altieri Lab en Punta Culebra, donde se sumerge en la observación de cómo diferentes variables ambientales influyen en la colonización de organismos marinos. Durante esta estancia, también desarrolló la serie Fossil's Stories en colaboración con el O'Dea Lab en Naos.
Tras varios años desarrollando proyectos en otros ecosistemas en diferentes lugares del mundo, en 2024, Irene Kopelman volvió a Panamá para trabajar en Astronomical Twilight en colaboración de nuevo con William Wcislo, una serie en la cual intenta capturar el cambio de luz en dosel del bosque a través de una serie de dibujos realizados al atardecer y al amanecer. También realizó Barro Colorado Watercolors/Fungi en colaboración con Erin Spear en la Isla Barro Colorado (BCI), explorando el papel de los hongos en la aceleración de la muerte y descomposición de las plantas, y Underwater Drawings/Coibita Coral Studies en colaboración con Matthieu Leray en la Isla Coibita, capturando la vida del arrecife de coral dibujando directamente en su entorno natural submarino. Ese mismo año, Irene Kopelman fue reconocida con el título de Investigadora Asociada en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, convirtiéndose en la primera artista en recibir este honor tras ser nominada por Erin Spear.
La exposición reúne distintos materiales de su proceso de trabajo, una serie de pósters que documentan momentos clave en el campo, una colección de publicaciones de la artista, y un corto-documental realizado por la cineasta panameña Ana Endara que nos acerca a sus formas de trabajo e investigación. Además, encontramos una estación de trabajo que funciona como un laboratorio experimental abierto, donde los visitantes pueden participar utilizando materiales, dispositivos y herramientas de investigación científicas, junto con procesos desarrollados por Kopelman. Para la artista, la experimentación y el pensamiento sobre el dibujo es parte esencial de su práctica, y en esta ocasión ha diseñado ejercicios experimentales para que los visitantes realicen sus propios dibujos, integrándose en la exposición y promoviendo un diálogo entre los campos artísticos y científicos.
Irene Kopelman considera su trabajo como una forma de conocimiento encarnado: la imagen, junto con el proceso que le precede, provee conocimiento de cierto entorno. Estas imágenes son también la materialización de metodologías para producir y visibilizar conocimiento, creando sistemas propios de representación a través del dibujo. Todo el trabajo realizado en Panamá a lo largo de los años, y reunido aquí por vez primera, nos permite ver a través de su particular mirada. Definida por el detalle y la profundidad de su colaboración con los equipos científicos del STRI, su observación nos abre una ventana a algunos de los aspectos más relevantes de la biodiversidad del Istmo. Mucho depende de cómo miramos, hacia dónde dirigimos la atención, y dónde ponemos el foco. Al final, todo es una cuestión de encuadre.