Ahora guardas las huellas de mis pasos:
Nuevas adquisiciones en la Colección MAC
2 de febrero al 7 de mayo de 2023
Curaduría: Juan Canela, Jennifer Choy, Liz Lasso
Artistas: Brooke Alfaro, Gustavo Araújo, Coqui Calderón, Donna Conlon & Jonathan Harker, José Castrellón, Milko Delgado, Giana De Dier, Laura Fong Prosper, Ana Elena Garuz, Graciela Iturbide, Lucio López Kansuet, Roberto Lewis, Abigail Lucien, Julieth Morales, Jhafis Quintero, Amalia Tapia, Humberto Vélez y Julio Zachrisson
Cada año, acercándose noviembre, escuchábamos el melancólico lamento: Ya no guardas las huellas de mis pasos, ya no eres mío, idolatrado Ancón… resonando una y otra vez en las aulas de escuelas. Amelia Denis de Icaza escribió en 1906 el poema Al cerro Ancón, sentidas palabras que alentaron al pueblo panameño a iniciar la lucha para recuperar los territorios ocupados por los norteamericanos, y que convirtieron Ancón en territorio histórico y símbolo de resistencia en la construcción del relato nacional. Jugamos ahora con aquel primer verso que tantos panameños han recitado, para utilizarlo como título de esta muestra, que reúne algunas de las obras que han entrado en la Colección del MAC durante el año 2022.
En 1983 el antiguo Templo Masónico situado en el cerro, en el límite de la antigua Zona del Canal, se convirtió en la sede del Museo de Arte Contemporáneo asentándose en un lugar de enorme carga simbólica e histórica. Se conseguía así un espacio para albergar la Colección MAC, conformada desde la fundación del Instituto Panameño de Arte en 1962 y que cuenta hoy con más de mil obras en diversos medios creadas por artistas de Panamá, del resto de América Latina y de otras partes del mundo. Este 2022 se ha conformado por primera vez un Comité de Adquisiciones, que permite hacer crecer la colección mediante la compra de obras siguiendo un plan para complementar el acervo según la misión y visión del museo. A partir de la investigación y catalogación realizada en 2018 por la curadora e historiadora del arte Mónica Kupfer, junto a María Lucía Alemán y Delicia Montañez, se han comenzado a coleccionar obras que van completando los huecos existentes en la colección respecto a generaciones, medios y comunidades representadas en la misma.
Al mismo tiempo, muchas de estas obras, que han entrado este año ya sea por adquisición o por donación, responden extendiéndose desde el complejo contexto geográfico en el que se sitúa el museo, y examinan temas recurrentes como la memoria, el territorio, los símbolos y la construcción de la identidad nacional panameña.
¿Qué es un símbolo y cómo funciona? ¿Quién construye el relato, y quienes quedan fuera del mismo? ¿Cómo funcionan los símbolos en relación a la territorialidad de un determinado espacio geográfico? El vídeo de Donna Conlon & Jonathan Harker y la serie fotográfica de José Castrellón inciden directamente en el territorio de Ancón y en la bandera como símbolo, desafiando el relato oficial y abriendo la posibilidad de la crítica a cómo se construye la historia y el país; sin salir de los territorios revertidos, la pintura de Amalia Tapia muestra un paisaje realista de los barcos en el canal, y los collages de Giana de Dier nos cuentan la historia de su construcción a partir de las experiencias de las comunidades de mujeres venidas de las antillas que trabajaban en la zona; un poco más allá, cruzando la avenida de los Mártires, los vídeos de Brooke Alfaro reflejan, a través de su personal estética, la vida de los habitantes del casco viejo antes del proceso de gentrificación del mismo; cruzando el puente de las Américas y en camino hacia Chorrera, los vídeos de Jhafis Quintero reflejan su experiencia en la cárcel durante años como consecuencia de las acciones determinadas por un entorno poco amable.
Saliendo de la ciudad y su periferia, la pintura de Roberto Lewis ofrece otro paisaje, esta vez de las barcas amarradas en la isla de Taboga, mientras el luminoso de Gustavo Araujo nos muestra una brillante salida a una playa paradisíaca; la serie de fotografías de la mexicana Graciela Iturbide en sus viajes por Panamá retratan distintos entornos urbanos y rurales del territorio, así como a las comunidades que los habitan; y Milko Delgado nos lleva hasta la zona bananera del Barú en Chiriquí, para desafiar los procesos extractivistas en la zona a través de una performance realizada en el territorio en primera persona.
A veces los símbolos son utilizados por el poder para tratar de afianzar una determinada manera de contar los hechos. Pero no es fácil reducir a una imagen nacional homogénea un territorio tan complejo socialmente como Panamá. La video instalación de Laura Fong Prosper profundiza en dicha complejidad todavía más, incidiendo, a través de una superposición de fotografías familiares antiguas y actuales, en la propia identidad chino-panameña; El artista guna Lucio López Kansuet muestra un retrato de su hija inmersa en motivos naturales y culturales propios de Kuna Yala; la escultura-peine realizada en bronce de la artista de origen haitiano Abigail Lucien alude a la resistencia de las comunidades afrodescendientes y sus diásporas a través de un símbolo como el cabello; y la cortina de la colombiana Julieth Morales desafía su propia identidad como artista contemporánea mujer indígena misak, abriendo el relato a un diálogo regional con problemáticas comunes.
Las manos abiertas y cerradas que emergen en la obra de Coqui Calderón aluden, desde una estética pop abstracta, a la lucha y resistencia del pueblo; de nuevo desde lo abstracto, la cuadrícula azul intenso de Ana Elena Garuz va entretejiendo una aparente uniformidad que en el fondo no lo es tanto, aludiendo a la asimetría en cuanto a la presencia de artistas femeninas en la Colección del MAC; y la provocadora pieza de audio de Humberto Vélez parodia la seriedad con que los panameños miran las carreras ecuestres, en la cual los caballos son irónicamente nombrados con términos que categorizan y polarizan las clases sociales en Panamá.
A través de sus obras, la Colección MAC es una importante herramienta para la construcción de la multiplicidad de historias que conforman lo que somos. Es un patrimonio histórico y cultural de todos los panameños, que atesora una gran cantidad de conocimiento y reflexión producido desde las prácticas artísticas. La particular e incisiva mirada de los artistas nos ayuda a cuestionar el pasado, desafiar el presente, e imaginar el futuro, posibilitando una infinidad de relatos por narrar. De ahí la importancia de que las obras de los artistas contemporáneos sigan ampliando el patrimonio, convirtiéndose en profundas huellas que marquen nuestros pasos.
Agradecimientos:
Comité de Adquisiciones, Walo Araújo, Maia y Paulo Alfaro, Consejo Consultivo, Ana Elena Garuz, Graciela Iturbide, Mónica Kupfer, Miguel López, Antonio Murzi, Delicia Montañez, Alejandro Padilla, Graciela Quelquejeu de Chapman, Jhafis Quintero, José Roca, Adrienne Samos, Gladys Turner Bosso y Ramon Zafrani
_
Documentación: Alfredo J. Martiz J. / @ajmartizj